Orígenes del juego de blackjack
El origen del blackjack se desconoce aunque tuvo un precursor hace varios siglos, se trataba del juego de la veintiuna, cuyo origen también se desconoce aunque existen referencias a este juego en la obra "Rinconete y Cortadillo" de Miguel de Cervantes. Dicha obra trata sobre dos hombres pícaros de Sevilla que se ganan la vida jugando a la veintiuna.
En el texto se hace referencia a que ha de sumarse 21 puntos sin pasarse y que el as vale 1 u 11 puntos, dependiendo de la situación. La obra fue escrita entre 1601 y 1602, por lo que se puede llegar a la conclusión de que en el siglo XVII se jugaba a la veintiuna en Castilla. Siglos más tarde el juego se introdujo en los casinos americanos donde el juego adquirió su actual formato. Durante varias décadas el blackjack ha sido y sigue siendo uno de los juegos más populares entre los jugadores de casino.
Cada carta en el blackjack tiene un valor determinado y mediante estos valores el jugador ha de sumar 21 o acercarse lo máximo a ello sin pasarse ya que perdería directamente. En el blackjack no se compite contra otros jugadores sino contra el crupier, de modo que el crupier también jugará su mano.
Durante muchos años se ha tratado de establecer estrategias para poder desarrollar un sistema con el que vencer en el blackjack. Es en el año 1957 cuando se publica el primer libro relacionado sobre estrategias para jugar al blackjack, el libro se titulaba "Playing Blackjack to win" y su autor fue Roger Baldwin.
Cinco años después fue el matemático y empleado de IBM, Edward O. Thorp, el cual explicaba a los jugadores en su libro "Beat the Dealer" su estrategia. Thorp simuló en un ordenador millones de jugadas para llegar a la conclusión de que cada mano tiene una manera particular de jugarse dependiendo de las cartas repartidas, las cartas de crupier y las cartas que ya no están en el mazo de reparto.
El origen del famoso conteo de cartas se dio por las reflexiones a las que llego Thorp. Según él, las cartas altas favorecían a los jugadores ya que suponen los cimientos para el desarrollo de una buena jugada si se dobla o se trata de lograr blackjack (21). Por el contrario las cartas bajas son favorables para el crupier ya que la banca gana siempre y cuando su jugada supere a la del jugador, por tanto con cartas inferiores puede realizar mejores aproximaciones a la cifra deseada. Según van saliendo cartas de la baraja, se puede tener una idea del tipo de cartas que quedan aún en el mazo, si hay más cartas altas o más cartas bajas. Uno de los contadores de cartas más famosos de la década de los años 70 fue Ken Uston.