Juego big-stack en torneo
En los torneos de poker es muy importante ser flexible y paciente. Ser flexible es muy importante para saber adaptarse a cada fase del torneo y a cada situación. La adaptación de cada jugador en cada momento de la partida dependerá entre otras cosas del tamaño de nuestro stack.
En otro artículo se explican buenas practicas sobre cómo se debe jugar al poker si se es short-stack en un torneo. Aquí se describe cual sería un comportamiento acertado si se tiene un stack abultado (big-stack).
Para que un jugador pueda situarse respecto a sus rivales existe un dato muy importante a tener en cuenta: el average stack, o la media de fichas por jugador. Por norma general un jugador será considerado big-stack cuando tenga de media más del doble de fichas que el resto de jugadores (average stack x2).
Lo primero que se debe tener en cuenta es que no por ser big-stack en un momento de una partida de poker se seguirá siendo a lo largo de la partida. Al contrario, para un jugador poco experimentado, esto puede resultar una carga.
Es casi más complicado gestionar un big-stack que un short-stack. ¿Qué se necesita para conservar un buen stack y poder incluso ir aumentándolo? Es evidente que ser big-stack en un torneo de poker es sinónimo de estar en una posición privilegiada, pero no de comodidad.
Hay jugadores que cuando se encuentran en esta situación de abundancia se dedican a machacar la mesa con subidas constantes, y otros que por el contrario deciden plantarse y esperar sin jugar una sola mano por muy buena que sea. Como en todo, no hay que ser extremista y hay que buscar el equilibrio.
En este caso el equilibrio vendrá también determinado por las fases del juego. Es decir, habrá fases de constante agresión en las que será preferible mantenerse al margen salvo excepción y otras de mayor tranquilidad en las que por la amplitud del stack uno se puede permitir robar alguna ciega.
Estas fases del juego están mayormente delimitadas por las etapas del torneo, pero también varían según los stacks de los jugadores de la mesa. Así, si hay muchos jugadores muy cortos de fichas en la mesa, se tendrá que tener cuidado con las pequeñas subidas, ya que a la mínima irán all-in. Por lo que en estas situaciones será preferible reducir el rango de manos.
Los que sean muy cortos de fichas no tienen porque suponer un riesgo, y puede ser un momento idóneo para meterles presión. En estos casos, es preferible apostar fuerte de manera que queden cubiertos por la apuesta, ya que será mucho más difícil que paguen su all-in a que intenten resubir teniendo en cuenta la posibilidad de que el jugador finalmente se tire.
Una situación ideal para torpedear la mesa siendo big-stack es cuando los rivales tienen o muy pocas fichas o muchas fichas que no quieran arriesgar contra el que más tiene. Este es el mejor momento para intentar el robo de ciegas. Los peores jugadores para esto son los que están un poco por debajo del average stack, pero que una resubida suya pueda obligar al jugador a tirarse. Sin embargo, una resubida de un jugador muy corto de fichas es un call inmediato y una resubida de otro que tenga muchas fichas es casi sinónimo de que tiene una jugada enorme.
También se puede intentar presionar la mesa si se tienen muchas fichas y la fase del juego invita a la calma, como puede ser una fase de burbuja (previo a la entrada en premios) o simplemente porque la mesa esté muy tranquila.
La conclusión es siempre la misma, en un torneo de poker el stack es importante pero no decisivo. Lo crucial es mantener la calma y saber adaptarse a cada situación de la partida. La perseverancia y tenacidad también entran en juego.